31 de octubre de 2006

Y van....

Mi hermana Alejandra Laurencich,
acaba de ganar su....¿cúantos ya?
bueno, acaba de ganar un primer premio
con el estupendísimo cuento que acá'bajito nomá, como diría un personaje
sacado de sus novelas,
lo pueden leer:

Creo que es de la Fundación Lebensohn, si mal
no entendí por teléfono.

Auguri Aliushka!
(me encantaría poder leérselos,
siempre, desde chicas,
a ella le gustaba como yo leía
sus cosas a nuestros amigos y a mí
me encantaba leer sus cosas,
me parecían como mías,
como sus hijos, bah...)


El cuento es
La tormenta y la siesta.

Va:


Sabe que ha soñado con una tormenta.
con el vértigo de estar en un sitio alto y desprotegido.
De haber sido arrancada de alguna parte. El teléfono suena desde
hace un minuto en el living pero ella no se levanta.
Está en la cama, en su cuarto, mirando las aspas del
ventilador quieto. Sintiendo ese pavor que enfrenta
cada vez que se despierta de la siesta. Intenta un
repaso de tareas, busca alguna que le dé el impulso
para salir de la cama. El teléfono deja de sonar.
Cierra los ojos. El canto de los zorzales se ha
intensificado igual que el peso que la aplasta contra
la cama tibia. A papá le faltó plata, se dice, y ese
solo enunciado debería enervarla, hacerla saltar de la
cama, buscar los zapatos. Pero no es su único
pensamiento. Porque de él derivan todos los demás,
como una gran familia de palabras. Recuerda los
ejercicios de la escuela. La letra esperanzada y
redonda en su cuaderno. Paraguas. Paragüita.
Paragüero. Paragüería. Paraguayita. Interrumpe la
serie ahí. Se dice que la palabra no deriva de
paraguas sino de Paraguay. Trata de distraerse del
rumbo que toman sus pensamientos, focalizando en lo
absurdo de una paragüería. Eran negocios de otra
época, de manual de cuarto grado. Luisa compra un
paraguas en la paragüería. A papá le falta plata. Y yo
soy su única hija. Y Adela es una mujer mala con cinco
pendejas que toman chocolatada cindor pero no tienen
techo de verdad, ni educación, sólo un televisor
encendido en el programa de parejas de la tarde,
mientras mi papá duerme confiado en su habitación, con
la boca abierta, bajo el retrato de mamá, tan linda y
joven en su vestido de novia. Siente que su madre la
ha abandonado prematuramente. Cómo una madre puede no
pensar que su hija tendrá miedo de bajar de la cama
una tarde de otoño, cómo puede ser incapaz de imaginar
lo que va a significar para ella buscar los zapatos,
ponérselos, continuar viviendo. Voy a tener que ir a
la casa de papá. Adela me a abrir la puerta y con su
tonada paraguaya me va a decir: Pero, cómo se le
ocurre, io soy incapaz. Se me ocurre porque yo también
lo hice una vez, no para la chocolatada de mis cinco
hijas, porque nunca tuve hijos, ni siete, ni tres, ni
medio hijo, sino para comprar dos gramos de cocaína.
La ocasión hace al ladrón, pensé y sólo tuve que tomar
dos billetes de la caja del bar y guardarlos en el
delantal que llevábamos las que atendíamos a los
guiris . Veinte años tenía, y estaba sola en
Barcelona. Veinte años. Había que tenerlos, como diría
mamá que ya para ese entonces estaba muerta y
enterrada culpa de una metástasis feroz. Esa noche me
tomé los dos gramos y una botella de tequila y a la
semana siguiente renuncié al bar, nobleza obliga: aún
a los adictos les resulta intolerable la injusticia de
ver que un arqueo de caja termina en el despido a una
empleada inocente. Porque la que salió perdiendo en
aquel asunto fue la Pomadita, le decíamos así por lo
oscuro de su piel. Era tan buena la Pomadita, y tan
honesta, tan condenadamente honesta. Pero su piel
tenía al menos treinta o cuarenta tonos más de marrón
que la mía. Y se teñía de rubio. Caucásica, había
puesto yo en mi ficha de inscripción, y la Pomadita
había puesto morena. Le endilgaron la ausencia de
pesetas en la caja del fin de semana.
A papá le falta plata. Adela no se va a reír esta vez
como lo hace siempre, con mis chistes raros. Adela va
a llevarse la mano al pecho, esa delantera enorme
donde seguramente se ha guardado el vuelto de los cien
en la farmacia, donde apoya la cabeza de papá cuando
le corta el pelo o le ayuda a hacer los ejercicios de
rehabilitación al compás de un chamamé. Acá falta
plata, voy a tener que repetirle. Y la única que vive
con él sos vos. La única que puede mirar la foto en la
que se lo ve a los diecisiete años, con su camisa
blanca y su boina, y el bombo inmenso que solía
golpear en las procesiones, la única que puede mirar
esa foto y preguntar ¿Y dónde era esto, Don Cesio? y
no quedarse aturdida por la juventud de ese
adolescente que ahora no puede ni mear como la gente.
La única que le limpia las uñas de su mano inútil, de
su pierna quieta, la que abre el pañal y encuentra ese
globo enorme y húmedo por el orín, la única que
puede verlo llorar sin sentir que la vida es una
mierda.
Abre los ojos. El ventilador y sus aspas blancas
proyectan sombras sutiles en el techo. El resplandor
de una tarde de sol. Puede ser que haya llovido
mientras dormía. Ha escuchado llover con intensidad.
Pero ahora no sabe si fue un sueño. Se mira las manos
mientras persigue en su mente aturdida las
obligaciones para el resto del día. Recuerda haber
mirado sus manos, así como ahora, una mañana de su
infancia, después de haber corrido por el jardín de la
casa de verano, persiguiendo al perro que se le había
escapado a un vecino. Sentada en la reposera, a la
sombra del nogal, se había mirado las manos, la
derecha precisamente, y le había parecido la mano de
una mujer adulta. Y se había sentido bien mirando las
venas hinchadas, marcadas como ramas viejas bajo la
piel. Cuando llegue el año dos mil voy a tener treinta
y siete años, había pensado aquél día mirándose la
mano. Y voy a tener esta mano. Ahora la miraba y
trataba de encontrar la satisfacción de haber cumplido
con un sueño. Adulta en el 2000. Ningún otro se le
había cumplido. Ni el de vivir frente al mar. Ni el de
ser una pintora extraordinaria, ni el de tener siete
hijos varones. No se animó a pensar cómo lucirían sus
manos en el dos mil treinta. Ni siquiera en el dos mil
veinte. La preocupación de hoy sólo resta valor para
enfrentar el mañana, decía en algún manual de
autoayuda. Sólo por hoy, se dijo y cerró el puño, y
lo guardó bajo la colcha.
El teléfono comenzó a sonar otra vez. Miró el reloj.
Las cuatro y diez. Hay que levantarse. Si llovió
tengo que barrer el patio y destapar las canaletas. Y
debería llamar a los inquilinos de la oficina y al de
la cochera para avisarles que voy a pasar por el
alquiler. Cómo puede costarme tanto hacer lo poco que
tengo encargado hacer en este mundo. Sólo por hoy.
Buscaba tareas, algo de coraje y voluntad para
sentarse en la cama, para buscar sus zapatos, para
continuar. Tengo que barrer el patio. Tengo que ir a
lo de papá. Hablar con Adela. Miraba por la pequeña
ventana que daba hacia el patio interno de la casa, el
color dorado y rojizo de la amphelopsis saturado por
la humedad del aire, la humedad que dejó una lluvia
que no vio en los sueños. Estamos en otoño, se dijo,
contenta de haber encontrado por fin un indicio de su
vida actual que la apartara del aturdimiento. Tengo
que ir a hablar con Adela y poner las cosas en orden.
Primero podría pasar por la farmacia a preguntar
cuánto cuesta la caja chica de Epamin Forte. Así
después Adela no va a poder mentir ni aprovecharse de
un pobre viejo. Un ramalazo de imágenes interrumpió su
recuento de prioridades. Había soñado con una escalera
esa tarde. Un hombre en lo alto de la escalera. Cerró
los ojos. Ese era el sueño. Había soñado con el último
día que su padre pudo subirse a una escalera. El
teléfono parece sonar más fuerte ahora, como si no
fuera a detenerse nunca. Aparta el acolchado con furia
y camina hasta el living.
-Hola- la voz le ha salido ronca y empastada, como de
hombre.
-¿Con la casa de la señora Virginia?
La tonada le provoca un vuelco en el estómago.
-Soy yo, Adela- dice ella y está a punto de decirle A
papá le falta plata y lo sabés. Hice las cuentas
anoche cuando llegué y.. pero Adela le está diciendo:
-Acá está tu papito que le quiere hablar. ¿Me oís,
señora?
-Sí, te oigo. Pasame con él y después ponete otra vez
al teléfono que te quiero decir algo importante-.
Adulta, se dice. Soy una mujer adulta que puede
enfrentar los problemas sin miedo y sin violencia.
Siente las gotas de sudor que le bajan por las axilas.
Está temblando. Adela le está diciendo a su padre: -Yo
se lo tengo, Don Cesio, hablé nomás.
-Nena... Hola nena.
-Qué pasa, pá.
-Holaaa...
Acerca la boca al auricular y grita: -¡Hola, pá!
¡Hola dije!
-Dónde estabas que te andábamos llamando.
-Qué querés, viejo.
-Escuchame, acá Adela me dice que si me llevás con el
auto el sábado.
-¡¿Adónde quiere que te lleve?!
-¿Eh?
-¿Qué te volviste, tonto, pá? ¡Adónde quiere que te
lleve!
-......
-¡¡Pá!!
Del otro lado se escuchan voces que ella no alcanza a
distinguir.
-¡¡Adela!!- grita con la boca pegada al teléfono.
- Ay señora, disculpá. No sé qué le ha agarrado a tu
papito que se está riendo como un condenado.
-¿Me podés explicar qué es eso del sábado?
-Es que la Pauli cumple quince y le ha dicho a tu
papito que se venga allá, a las casas, vamos a hacerle
una fiesta, con torta y baile. Algo sencillo, pero
como para que tenga una alegría. Hasta el vestido y
todo tenemos ya, vieras lo bonito, como de una
princesa, regalo de tu papito. ¿Lo va a traer con el
auto a tu papá?
-.....
-Señora Virginia...?
Colgó. Se quedó mirando el patio lleno de ramas y
hojas caídas. Un pichón de zorzal había sido arrancado
del nido y arrojado a un charco durante la tormenta.
( Le dedico el post a Blanca, ella sí que sabía cuidar enfermos, eh!?)

me olvidé de vivir....


Había una canción cuando yo era chica, creo que la cantaba Julito Iglesias, el padre,no? que decía así: me olvidé de vivir... me olvidé de viviiiiiiiiiiirrrrrr.

No sé a qué viene ésto. Ni por qué la canción. Estaba viendo el blog de un chico de 23 añitos. Sus cavilaciones y sus desencuentros. Sus hallazgos y su humanidad. Y, de repente, me levanté y comencé a buscar algo. Entre la canción y yo. Un book, una obra llena de color, que me gustaba mucho y que no sé a quién vendí, pero buscaba esa foto. Ni encontré el book, ni la foto. Aparecieron estas obras, como que se cayeron de un lugar que no deberían estar. Y caí en la cuenta de por qué la canción. La última vez que salí del país, en ese autoexilio económico del 2001. Caí en la isla de los mil volcanes, hermosa pero quemada. 20 x 40 km. Rodeada de agua, y sol. Pero como en una cárcel me olvidé de vivir. Bailé sobre fuego. Y pinté, pero todo me daba igual. O por lo menos eso creía.

El blog es del Feto imperfeto; imaginaciones desde el caldo primordial, pinchar acá para acceder a él.


Las tres pinturas son del 2002,
de la serie:
Si me da igual.
De 8 x 30 aprox.

27 de octubre de 2006

desvelos y ensoñaciones


últimamente no puedo dormirme a la noche,
me desvelo.
pienso en estupideces.
quién se llevará a los gatos,
que mi papá se quedó duro,
que baltasar quiere un lugar para
bailar en su cumpleaños.

amalia que casi viola a un policía,
los chorros queriendo entrar
en lo de lita,
no tengo negro para imprimir
en la impresora.

la heladera tarda en arrancar,
consume más energía y guita que si
compro una nueva,
pero este mes está el cumpleaños
la lista, que mierda!
odio hacer listas de invitados.

últimamente
pienso que hace un largo año que no pinto.
será que me dio ganas el paseo que me di
ayer por los blogs de de grillo,
chuki, el-ed,
gustavo,
pico, no sé.

pero ayer cuando
caí, ya de madrugada, soñé con mi primera
galerista: Mónica de Ática.
Tenía el pelo largo, tenía un hijo
y una galería abierta.

estaban todos los personajes de mi primera muestra
marcos curi, roque de bonis,
dalila puzzovio, y tantos otros de los que sólo
recuerdo su cara.
mejor dicho, recordé anoche.
hoy ya las olvidé.

busqué entonces una pintura de esa época que todavía
esté en mi poder.
no apareció por supuesto.
era el año 1987!
u 86?
sé igual, diría valdi.

encontré ésta,
es la más vieja que aún queda conmigo.
en esta casa.
año 94.
máquinas tragasueños primera parte.
voilá!

a mónica carrizo de carricarte

26 de octubre de 2006

Murga de la justicia

de Uki Tolosa,

Cuando era pibe mi viejo me dijo que era más sano
ser pobre y vivir tranquilo no alguien que mete la mano
el tiempo le dio la razón y aunque a veces coma hueso
siempre me rebusco el peso y duermo como un lirón.
En cambio hay otros que sueñan ser favoritos del rey
les dan la vaca, la ordeñan y sobrevuelan la ley
entretanto el pobrerío anda llorando por pan
y el cortejo de ministros curte jet-set y caviar.

Si la justicia, ya no es justicia
revienta a todos los que tenemos que laburar
últimamente serpresidente
cualquiera aspira si mira este loco carnaval...


y sigue...una maravilla...
(esta murga fue grabada por la banda musical"La Brillante" en 1999)
Cuando el presi innombrable ,por lo yeta, lo gafe, el presidente
capicúa, curtía pizza y champán.

En fin, ayer estuve en la escuela de mi hijo,
la Julio Cortázar, y para el año que viene se lanza
la murga con los chicos...
un especial agradecimiento a Mónica y Virginia,
por confiar y engancharse...

Para terminar un link a El Corsito,
gracias a Coco Romero, por permitirme subir este material y una
murga muy graciosa sobre el fútbol argentino
hecha en 1951/52, pinchar aquí para escucharla
El fútbol argentino

Versión Eduardo Pérez (Nariz).
El tema fue cantado en los carnavales de 1951 y 1952 por “Los Locos por las Pebetas” la selección argentina de fútbol había perdido con su par inglés. Rugilo y Loustau eran dos integrantes de aquel equipo. La melodía es una marcha de Evita, utilizada en competencias deportivas de entonces.
Intérpretes:
Coco Romero y La Matraca (del disco Pacha Momo)

24 de octubre de 2006

la primera leche





este post está dedicado a Umma
y a Patricia

señoras, con ustedes.........
The Catsssssssssssssssss!

testamento ( segunda parte de la nota)


Aquí la continuación de la nota de ayer,
mi Testamento, un escrito que dio mucho que hablar...
en la foto, tratando de remontar una cometa, barrilete,
que pinté hace unos años.

Para leer el Testamento pinchar acá.

23 de octubre de 2006

di en la nota...

No sólo hoy me estuve acercando a darle la nota que me pide mi maestro de canto Teo Bronzini,
sino que además hoy se publicó una preciosa y extensa nota sobre mi "vida" en un Diario de Lanzarote.
Gracias Rafael, es la primera vez que no me cambian las palabras...


Para leerla pinchar aquí

21 de octubre de 2006

primavera de creadores amigos







Con la primavera Mar del Plata
tiene su feria del libro,
y con la feria comienzan a aparecer amigos
de Buenos Aires, la mayoría,
que vienen a dar charlas,
firmar ejemplares
o presentar libros.

Es como una primavera social.
De repente llegan , brotan, hay encuentros,
abrazos y festejos.

El otro día tuve el honor de
presenciar la presentación de No somos Perfectas,
libro de varias autoras argentinas
que convocó Mori Ponsowy, si pinchan en su nombre
accederán a su blog: una goma de borrar.
Me reí mucho,
estábamos por supuesto, con Gustavo Nielsen,
entre el público,
y nos mirábamos una y otra vez de reojo
por los disparates que decía la presentadora...
Todavía estoy esperando las fotos, Gus!
Si pinchan en su nombre accederán a su blog...Milanesa con papas
En fin, Mori gambeteó perfectamente
y salió airosa de los dardos freudianos
que le tiraba la rubia vestida "glamorosamente".
Hoy le tocó el turno a Mónica Weiss,
también deberán pinchar en su nombre para acceder
a su web site...
A Mónica por suerte no la presentó nadie,
se puso de pie sobre sus zapatos con plataforma,
lo que la hacía más grandota aún,
y empezó a desgranar sus desopilantes
historias de cómo Canela le encargó su
primer libro, pasando por historias de vida
unidas a sus libros.
Muy divertido.
Mañana nos iremos con Baltasar
(si quieren también pueden pinchar en su nombre y accederán
a su blog...Pelenbal)
a comernos un rico asadito en su casa...

Mientras tanto, los gatos
comenzaron a tomar sus primeros sorbos
de leche,
la gata nuevamente está en celo,
hoy compré un precioso libro
de la historia de un rey gay,
se llama Rey y Rey, y está
editado en Barcelona,
es de dos holandesas...
una verdadera maravilla
que le regalaré a un amigo
que cumple años...por supuesto
no pinchen en su nombre porque
no lo habrá nombre...
feliz fin de semana!

PD. mientras estaba subiendo este post me acaban de llegar las fotos de Gus,
que nos sacó a Mori, a Balta y a mí, acá en casa...gracias Mori, gracias Gus,
espero que se repita!!!!
besotes!

18 de octubre de 2006

la murga de coco romero



Antes que nada, pinchen acá
y van a escuchar la" Canción de Retirada de la murga Los Bohemios de Palermo”,
ojo al piojo: del año 1952!!!

El viaje del negro
Alberto Mastra – Versión: Eduardo Marvezzi
Intérprete: Coco Romero y La Matraca (del disco Pacha Momo), arriba fotos cedidas por Coco Romero que parecen en el disco.


Con parte de este tema, terminamos cantando en Laprida,
bailando en sus calles, bajo un sol precioso de despedida.

Coco Romero me facilitó las cosas, me dejó reproducir
parte de este bellísimo material, y otro como El Corsito,
que iré subiendo de a poco y que me harán recordar más cosas.

Mientras trato de armar una murga
(el bicho de Momo me ha pegado fuerte)
en la escuela de Baltasar,
todas las mañanas lo primero que suena
en esta casa es ese disco:
Pacha Momo...una maravilla.

Gracias a Laprida,
a Coco ,por su sonrisa terapeútica,
al increíble Jesús, por toda su pasión
y su humor...
mi hijo intenta reproducir tu cara.

17 de octubre de 2006

de cuevas y disfonías



Mientras yo festejaba en Laprida con Baltasar
su papá, allá lejos frente a Africa,
en la Cueva de los Verdes,
una Cueva que fue refugio
cuando atacaban los piratas,
(aunque otros dicen que fue de los Verdes,
¡no! un equipo de futbol no...
una familia del lugar),
escuchaba a Javier Ruibal.

Me escribe ésto:

La pampa tiene el ombú,
y el ombú tiene las hojas.
La madre tiene a sus hijos,
...y mejor no digo nada.

El sábado dio un precioso concierto mi amigo Javier Ruibal.
La Cueva de los Verdes ardió.
Con su pibe(que toca la percusión) fuimos de copa y nos despedimos con la maravillosa intención de jugar con nuestras respectivas artes en su próximo disco.
Luego te cuento, y sino, al foniatra...
Besos.

La Cueva de los Verdes esconde el secreto
mejor guardado de Lanzarote,
pero ese ya es tema de otro post...
Mientras lo envidio un poco,
pienso en las coincidencias, no?
Recuerdo hablando de foniatras,
foniatrías y
y disfonías, las gargantas de Laprida.
Recuerdo una en particular,
la de una chica rebosante de carnes,
que llegó completamte disfónica al taller del "Chino" Correa,
en un momento del taller, estábamos construyendo entre todos
una música a ojos cerrados, tratando de encastrar nuestras manos
o puños en los de otros, y comenzamos a escuchar un canto tipo spiritual
o blues.
Cuando terminó el canto, al abrir los ojos, vimos la cadena que habíamos armado
entre brazos y gargantas, y al preguntar quién era la que se
había largado a improvisar de esa manera,
ella dijo yo, pero su voz ya estaba nuevamente disfónica...

(en las fotos los Ruibal , padre e hijo, el sábado en la Cueva de los Verdes)

laprida (o la utopía es posible)


Laprida.
Provincia de Buenos Aires.
Ciudad mágica.

Increíblemente mágica.
La conjugación de anécdotas, gente, energía,
pasiones, climas, etc, es,
para el que nunca estuvo ahí,
imposible de comprender.

Hace 18 años que cada fin de semana
del doce de octubre,
se abren ciudad, casas,
y centros deportivos;
para recibir
artistas, talleristas, educadores,
docentes, locos, soñadores, buscadores,
perdidos y encontrados que
se mezclan con sus pobladores en un carnaval
bestial.

No lo he visto en ninguna parte del mundo.
Esas Jornadas son nuestras.

Son 8 horas cada día,
partidas al medio para ir
a comer todos juntos.

Al llegar, uno elige dos talleres,
entre la veintena que hay,es muy difícil elegir
entre los monstruos y artistazos
que los dan.


Me recuerdo, cuando la segunda noche,
caminaba de vuelta al albergue
y caí en la cuenta que hacía mucho tiempo,
pero mucho, eh ? que
no lo hacía tan libre como en Laprida.

Una ciudad, donde las bicicletas y las casas no se cierran
donde casi no hay rejas,
donde la continuadora de Leda Valladares
se encuentra en un teatro precioso, de los viejos,
con público venido de todas partes mezclado
con Coco Romero , el Chino Correa,
Mirta Colángelo,etc, etc, etc.

Nilda, la cuidadora donde estabamos con mi hijo
y una treintena de adolescentes y maestros,
rastas y estudiantes de teatro,
profesores de literatura y bailarinas,
Nilda,decía, preparaba una"torta de bodas"
(como le llama ella a una versión parecida al budín inglés)
para festejar el domingo el día de la madre...

Frente a la plaza se hacía yoga
y se cantaban mantras
para agradecer a la Madre Tierra y al Cielo
entre velas perfumadas,
y los últimos naranjas de la tarde
entraban por las ventanas.

El mate circulaba en ruedas interminables,
las carbonadas y los cafés de arte,
juntaban promesas de adoslescentes
enamorados.

La lluvia diluvió un día
empapapando blusas y jeans,
zapatillas y gorros
mientras todos se acomodaban
donde más les gustaba.

Imposible hablar de Laprida en un
solo día.
Me llevará unos cuantos,
a medida que lleguen fotos, (me olvidé mi cámara)
a medida que encuentre
retazos de esas historias.

Por ahora, y como cierre, dos cosas,

la primera,
al final, apunto de subir al bus,
alguien me grita: Diana!
me di la vuelta
y era una chica que bailó en la murga
conmigo, algunos la podrían llamar loquita,
otros retardada,
otros minusválida.
Nos despedimos.
Su abrazo fue conmovedor.
Los ojitos se nos llenaron de lágrimas.

La segunda y como broche de mostacillas
de este fin de semana para el recuerdo:
El collar que recibí al volver,
el de la foto,
me lo hizo mi papá-con una sola
mano porque es hemipléjico-
Me lo dio en un
paquetito con una nota:
con amor para Diana,
Feliz día de la madre.
Papá.

¿Algo más?

8 de octubre de 2006

sin palabras

Pinchando aquí
verán el corto que acabo de ver en el blog de
Patricio Schmidt,
se llama Huinay,
y está hecho sin utilizar actores,
me ha dejado sin palabras.
Héroes cotidianos silenciosos del Altiplano chileno.
Una verdadera gloria de sensibilidad.
No se lo pierdan.

Aquí lo que dice el mismo Patricio
en su blog:
Estabamos en Iquique filmando un comercial para una marca internacional y aprovechamos el viaje para rodar en el altiplano esta pequeña historia que resutó en un cortometraje que se llamó Huinay, de 4 minutos de duración y que nos ha llenado de satisfacciones.
Fuimos practicamente sin medios, todos profesionales del cine que decidieron compartir esta aventura sin pago alguno de por medio, subimos entonces hasta la frontera con Bolivia, Colchane, y desde ahi nos movimos a pueblos y lagunas de los alrededores, un paisaje absolutamente alucinate y mágico.
Pasamos mucho, pero mucho frio, sobre todo porque privilegiamos las horas de luz baja y para esto habia que salir del saco de dormir cuando era de noche, y la noche sobre los 4.500 mts es muy fria, el piso se hiela y cuando esperas el amanecer sientes la pureza de los elementos pero también sientes como la tierra esta completamente helada y tus pies no responden, hasta que el primer rayo de sol alumbra el altiplano provocando sombras eternas, las mas largas que haya visto...

5 de octubre de 2006

luchas y duchas

a veces es mejor no luchar,
retirarse y tomar una ducha fresca,
de distancia.

a veces por el contrario
la lucha es una ducha refrescante
y apaciguadora.
a veces enciende los ánimos,
¿la ducha o la lucha?

como sea,
hoy escuché
vos no sabés dónde meterte,
y eso es una vulgar mentira.

tengo amigos que me refrescan,
amigos que me calientan,
amigos a los que les abro la puerta de mi casa
(como a todos los que conozco)
y no me cierran un dedo.

en ellos por suerte, está mi refugio,
en ellos, en mi hijo,
en mis dioses y creencias.

siempre digo y siempre diré,
el césar fue el conocido,
catón fue el honesto.

el que se crea libre de todo pecado
que se dé la primera ducha.

4 de octubre de 2006

encontré a una heroína: ababol


no sé bien cómo es que caí en su blog,
quizá porque andaba perdida
buscando respuestas a esta vida,
a esta lluvia, y a estos días.

quizá porque algún gato
le quitó el dulce colgado de
la higuera, a los pájaros que
lo descubrieron.

baltasar ve los simpson y canta.
valdi en españa quiere venir después de cinco años.
nevada duerme con su familia recién nacida.

los héroes cada vez me parecen más lejanos.
los hombres y las mujeres
que me pone la vida por delante
cada vez más humanos.
algunos, claro.
otros, están llenos de pedos en la cabeza,
o ganas de ser estrellas,
de figurar,
de miseria,
de soberbia.

qué estorbo para mí
ser diplomática,
qué difícil se me hace
sonreírle a los que me joden,
o peor: tener que tomar la decisión de
instruírlo a Baltasar en las artes
de mandarlos al carajo,
o por el contratrio, hablarle de las penurias
de una vida construída en base a decirles
a los boludos lo que uno piensa.

Sé que sonará pedante,
o hasta gracioso y patético,
pero la lluvia cada vez golpea más en el techo
sobre mi cabeza,
y parafaseando a mi heroína de hoy,
ababol,- te llamaré ababol porque estás loca-,
si ésta va a ser mi única vida,
me voy a dedicar a disfrutarla.

(el pajarito muerto lo fotografió valdi
hace un par de años)

1 de octubre de 2006

fueron cinco



Increíble,
la vida.
Balta y yo mirando nacer los gatitos.
Fueron cinco.
Cinco horas de felicidad y milagro.
En la foto, el último.
Mientras
daba de mamar a los otros cuatro,
paría el quinto y lo limpiaba.
Una pequeña heroína cotidiana.